miércoles, 19 de diciembre de 2012

Música y realidad social


Joy Division- "Disorder"


Música: Joy Division
Letra: Ian Curtis.
El autor de la canción siempre se negó a explicar el significado de sus canciones, entre ellas esta. Siempre ha dicho que nunca dio demasiada importancia a sus letras, que sus canciones eran simplemente canciones.

En inglés la palabra “disorder” puede significar múltiples cosas; falta de disposición regular, Incumplimiento del orden público,  indisposición… Es multidimensional, y también lo es la canción.

A mi personalmente me parece una canción en la que es fácil sumergirse, dejar que te envuelva, perder la atención por todo lo que está pasando a tu alrededor.
Quizás en esta canción Ian extrapoló su sentimiento de estar perdido, la pérdida de identidad o significado, la pertenencia a un este mundo tan moderno y brillante en el que todo es cada vez más siniestro e incoherente, donde todo pasa demasiado deprisa.
La primera línea (“I was waiting for a guide to come and take me by the hand”) quizás quiera transmitir esa idea de necesidad de cercanía, de ayuda… relacionar nuestra angustia y ansiedad y admitir que hemos estado esperando nuestra Virgo personal para que venga y nos lleve de la mano.

Todo en esta canción y disco presenta algo de nihilismo apasionado: las melodías oscuras y melancólicas, la voz de Ian, e incluso la portada del disco, que presenta  pulsos sucesivos del primer Púlsar descubierto (Un pulsar es la estrella que queda después de haberse colapsado bajo su propio peso).

El sonido crea la ilusión de algo físico, de espacialidad extraña y expansiva.
El ritmo de la batería es como un latido frenético, y según avanza la canción el pánico en la música y en su voz crece hasta que ya no puede ser contenida.

Ian Curtis se suicidó el 17 de mayo de 1980. Mientras escuchaba “The Idiot” de Iggy Pop,  cogió la cuerda de tender la ropa para colgarse en la cocina de su casa de Macclesfield.
Su salud estaba decayendo como consecuencia de su fuerte epilepsia. Los ataques se hacían cada vez más fuertes y recurrentes…"No teníamos luces intermitentes, pero a veces un golpe particular de la batería podía hacer algo con él. Entraba en un trance durante un rato, y después le daban las convulsiones. Nosotros teníamos que parar el espectáculo y llevárle a los vestuarios donde angustiado y cons ansiedad lloraba por esta cosa terrible que le había sucedido. "




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