El contraste entre la vida y la muerte.
El 14 de Febrero del presente mes, nació mi sobrina. Ha sido una de las experiencias más hermosa, feliz y maravillosa que he tenido en la vida. Seguir, muy de cerca, el proceso viendo como la tripa de mi hermana crecía y crecía cada día, cada mes... ha culminado con la vida. Ver esa carita aún hinchada, las pequeñas manos y los pies, pequeñas sonrisas inocentes, el olor a vida, a nueva vida, los primeros llantos, los ojos, la boca, verla mamar... La vida, como todo, tiene tiene un principio y un fin, un bienvenida y un hasta nunca, este viernes pude disfrutar de dar la bienvenida a una pequeña a la que le deseo una larga vida llena de felicidad y amor.
En contraste, horrible noticia la de este fin de semana, la muerte de 20 inocentes niños, a los que sus padres no volverán a ver sonreir, ni jugar. Con los que no podrán volver a bailar, a aprender, a llorar. 20 niños asesinados por un joven de 20 años, cuya madre trabajaba en el mismo colegio y la cual poseía 6 armas. ¿6 armas? para qué querría esa mujer 6 armas. Esta mujer se iba los fines de semana al club de tiro, como quien va a jugar a la petanca, a montar en bici, pero no, al igual que muchos norte americanos, los fines de semana los invierten en jugar a ser cazadores y muchas veces les sale el tiro por la culata y los que acaban muriendo, a parte de otros, son ellos mismo.
Es incomprensible, no entiendo como 20 niños, entre otros adultos, tuvieron que morir por una enmienda irracional y estúpida. Hablan de ser un país desarrollado, pero creo que demasiadas veces esto no se da. De nuevo los Estados Unidos vuelven a ser el foco de la humillación hacia el propio ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario